—Dom Regis —dijo. Y está forrada con piel impermeable; procede de algún sitio más allá del río. A este paso nos llevará doce días llegar a Thendara, y perderemos la ventaja que ganamos al principio. Si podemos servirlos de alguna otra manera, solo tienen que decirlo. Este atuendo no es muy adecuado, ¿verdad? Cuando la música terminó, esas preguntas aún me intrigaban. —¿De dónde sacas esas ideas? Ella lo sintió —para entonces ya estábamos todo el tiempo en contacto y volvió la cara, mientras sus mejillas se sonrojaban un poco. Razonaba que lo que le había ocurrido, que lo que le estaba ocurriendo ahora no era algo que pudiera producir una culpa y un odio tan catastróficos. —En realidad es mi lengua natal. Era extraño pensar que el joven Lawton podría haber formado parte de la Guardia de Honor. ¿Acaso alguien os puso la mano encima, muchacho? Pero como lo hizo oficial, no pude pasarlo por alto. Durante diez días la tormenta había rugido, bajando de los Hellers, atravesando las Kilghard Hills para caer sobre Thendara con furia casi constante. __Después de todo, tal vez deberías aceptar a Linnea. Por que nos conozcamos mejor, primo, y por que tu estancia entre nosotros resulte grata. Cerró los ojos y respiró profundamente. Yo me acerqué y la imité. Éste era el sueño de Beltrán. Y casi las mismas palabras que había pronunciado antes. Pensé, aunque no lo dije, que habían intentado hacerlo. Sentí olor a carne quemada, y supe que era mi propia mano ardiendo y ennegreciéndose a medida que la matriz centelleaba, llameaba, ardía, un fuego que colmaba todos los mundos y la puerta entre los mundos, los universos que se tambaleaban y caían... Golpeé ese enorme portal, arrojando allí adentro todo el fuego. ¡Siéntate y compórtate decentemente o vete a tu cuarto y deja estas cosas en manos de tus superiores! ¿Adonde había ido? Linnell era una bailarina experta, y yo disfruté bailando con ella. No tenía intención de usarla para conseguir poder. Sin embargo, el mundo está cambiando. Los patrulleros de la fuerza espacial le condujeron dentro de un edificio donde un joven oficial, vestido no con uniforme de cuero negro sino con ropas terranas comunes, se ocupaba de un grupo diverso de violadores del toque de queda. Ese gesto era más revelador que cualquier palabra. Lo hiciste tan bien como podría haberlo hecho yo mismo en el asunto aquél de los sistemas de alarma contra incendios. —Lo de siempre —dijo sombríamente—, problemas en la ciudad. Todavía seguía mirando a Callina, reaccionando como si ella fuera una mujer deseable, no una mujer prohibida para mí por el doble tabú y por el juramento del técnico de Torre. Era inquietante ver a Regis tomar automáticamente su lugar como representante formal del Comyn. Ahora es diferente. Se volvió hacia Beltrán con infantil expresión de triunfo. Beltrán se equivocó, pero lo que pretendemos hacer es muy grande, y tal vez eso hace que las personas no vean los propósitos más pequeños. Yo sabía que esto era una locura: una Celadora parcialmente entrenada, un monitor psi parcialmente entrenado..., una matriz ilegal, sin control y, no obstante, pensé en los pioneros de la primera época de nuestro mundo, los que aprendieron a dominar las matrices. Me dolía como el infierno. ¡Él ha aprendido a obedecer las reglas, y lo ha aprendido con dolor! Observaba a Danilo con una mirada de odio, intensa, burlona, saciada. —Permite que Sharra vuelva al cuidado de los forjadores —empecé—. Yo podría hacerlo con ésta. Eras el único oficial que le caías bien a todo el mundo. Lew parecía incómodo, pero no respondió. Pero ahora no puedo aceptar de ti ningún juramento. Beltrán, mirando el fuego como si estuviera hipnotizado por las altas llamas, dijo en voz baja: —Marelie Hastur. Una pregunta perturbadora y ultrajante, una pregunta que jamás me había atrevido a formularme. Regís dijo rápidamente: —Preferiría que no, señor. ¡Sin embargo, debía estar loco! Aprende lo que deseas y lo que eres mientras seas suficientemente joven para disfrutarlo. A propósito, ¿no sabes que llevas un nombre terrano? No puedo... Sintió que su respiración se convertía en un jadeo, como si pendiera en alguna parte de esos enormes espacios que eran todo lo que ahora podía ver, y cada aliento volviera por un instante hasta ese lejano cuerpo diminuto que yacía inerte en el estante. —Más tarde, hermana, cuando los niños estén acostados y podamos hablar en privado. Pensé que te ahorraría la ofensa de tener que escucharme diciéndole a mi padre que a mí no... —Descubrí que no podía decir simplemente que no me gustaba. Permití que nos impusieras a Lew... — ¿Lo has lamentado? —Pero Regis sintió que Danilo se retraía, y no dijo nada más. Si el Concejo del Comyn lo descubre, estarán dispuestos a ofrecer cualquier clase de reparación por la cosa cruel y estúpida que te hizo Dyan. —Quedó en silencio, meditando, V Regis se preguntó qué amargos recuerdos se ocultarían tras esa mirada pensativa. En el dormitorio, Regis tendió rápidamente su cama, ayudó a Damon a arreglar el jergón de Julián y a acomodar sus posesiones; cuando Julián regresara, al menos no tendría que soportar castigos por haber dejado su cama y su estante en desorden. ¿Qué había estado a punto de hacer? Ahora soy el único hijo que le queda a mi padre, y no habría podido corresponder. Pero la rápida negativa fue comprendida por ambos, no como un rechazo personal, sino como la personificación de lo que ambos eran, y por eso el servicio que ofrecía Danilo era un placer y un alivio, y por esa razón, Regis sabía que no sólo debía aceptar ese servicio, sino que debía hacerlo completa y cortés-mente. Después de eso, todo había sido como un sueño, recuerdos alucinatorios de odio y fuego, deseo y frenesí. Él prosiguió—. A medida que su oponente aceleraba más y más sus movimientos, Regis quedaba casi paralizado, imposibilitado para alzar la espada. Bien, pensó Regís, eso tenía sentido. No obstante, en los cadetes eso no parecía haber tenido demasiada importancia, y nunca se había presentado una oportunidad adecuada para hablar con Lew. Dijo que yo era Celadora, y que sólo yo podía manejarla sin hacerte d morirías. No creo en enfrentar a hombres honestos y bandidos, ambos provistos con las mismas armas. Pero hacer que uno de ellos se convirtiera en heredero designado de un Dominio, no tenía precedentes, y cada uno de los hijos no reconocido de las líneas menores, me hacía sentir que yo no merecía en absoluto ese tratamiento especial. Nos ocurre a los dos —dijo con voz lejana. Hemos acordado que nadie puede entrar con armas en la ciudad vieja, pero la gente traspasa los límites... no hay manera de impedirlo sin construir un muro alrededor de la ciudad. Regis no discutió ni se excusó. Por un momento vi con claridad el rostro de mi padre, sentí la fuerte línea de contacto telepático. Lord Hastur, vestido con un manto azul cielo con la insignia del abeto de plata. Le temblaban las manos de emoción, sus ojos estaban llenos de lágrimas que fluyeron, sin obstáculos, por su rostro. Siempre ocurría eso cuando se constituía un círculo. ¿También la estarían lastimando? —Debo hacerlo, amor, sea o no seguro. A sangre fría, había estado dispuesto a arriesgar mi vida, con la esperanza de tener un instrumento de poder. Estaba enojado porque le mandaran cambiarse de ropas como si fuera un niño, pero obedeció. —Dispondré una escolta para que te acompañe de regreso al Castillo Comyn, Lord Regis —dijo—. En el extremo del cuarto había un espacio abierto con un par de pesados bancos y una mesa de madera muy usada. Sólo percibí que eras desdichado, que estabas dolorido. No siempre puedo hacerlo. Interrumpí el trémulo contacto sabiendo que no podía obligar a Thyra, como lo habría hecho en Arilinn, a seguir adelante y a enfrentarse con lo que no quería ver. Aspiré con alivio la fría humedad. Confío en ti, bredu. Traté de mantenerme cerrado, como lo haría cualquier telépata en un grupo de estas dimensiones, pero no pude dejar todo afuera. __No..., sólo que... —Descubrió que era casi incapaz de hablar debido a la perturbación. ¡Dile a mi padre que no merecí la desgracia ni el deshonor! ¡Pero Dani es mi responsabilidad! En Edelweiss todo está bien y los niños crecen. *Imágenes referenciales. Las razones por las que la marca Certified Angus Beef® es la mejorCumple 10 rigurosos estándares para Excelencia en sabor, Sólo 3/10 animales Angus cumplenpoder ser acreditado con la marca suavidad y jugosidad con estos rigurosos estándaresCertified Angus Beef® Entraña Certified Angus Beef® y nuestra 79 reconocida sazón, lo mejor de lo mejor.Lomo saltado entraña AngusHamburguesa Angus Jugosa doble hamburguesa 32 Certified Angus Beef®, salsa secreta, pickles, tomate y lechugas acompañado de papas fritas. Cumple con tu turno en los Guardias, tres temporadas en los cadetes. Kadarin, mirando pensativamente el helicóptero, dijo: —Podríamos haber hecho cualquier cosa con él. —Apresuradamente reuní mis cosas. —Dijo Danilo, y su voz era dura—. Las palabras fueron un súbito y doloroso recordatorio de la distancia que había entre ellos, una distancia que Regis casi había dejado de sentir. Había sido muy amable conmigo, pero de todas maneras me alegró alejarme. Ambas mujeres lo repitieron con facilidad, Rafe lo logró con algunos problemas. Estás enfermo. El matrimonio no significa demasiado para mí. Sorprendentemente en esta época de paz, las puertas de Edelweiss estaban cerradas y aseguradas, y se preguntó cuál sería la razón para tal alarma. —Su mirada despectiva decía con mayor claridad que las palabras que yo había podido jugar a estar al mando, pero que él era el único que podía explicar lo que estaba ocurriendo. Después advertí que me arrastraban en medio de la tormenta; el frío de la nieve en mi rostro me revivió un poco. Medí cuidadosamente unas pocas gotas en una copa de vino. — ¡Creí que te habían matado...! Él hizo un gesto de rechazo. Monté, tomando la otra bifurcación del camino, con Marjorie a mi lado. Desenvolví la espada donde estaba oculta la matriz. Temblaba de miedo mientras los hombres caían muertos en torno a él, cada vez más cerca, sabiendo que en pocos momentos también él volaría en pedazos a causa de uno de esos fuegos volcánicos. La lección más importante es que siempre debes controlarla tú, y no permitir que te controle. ¿Kennard habría planeado esto? Beltrán adoptó una apariencia de grave dignidad, aceptando solemnemente las promesas de amistad y respaldo, aunque yo percibía en todos los hombres de la montaña la conciencia del fin irrevocable de una época. Una nave galáctica del Imperio en camino a mundos distantes, a soles lejanos... Advirtió que sus manos se habían aferrado tanto a las riendas que su caballo sacudía la cabeza en señal de protesta. Oscilaba a nuestro alrededor, pero estaba allí. Unos copos de nieve, escasos pero incesantes, empezaron a caer mientras él descendía hacia el valle. —Bien, puedo enseñarte algunas cosas, aun sin talento, pariente —le dije—. —Debo irme —le dijo a su hermana—. Sin lugar a dudas, a Darkover. —Tu potaje se está quemando —dijo—. La enfermedad de umbral fue y vino recurrentemente, aunque más vino que fue, durante los últimos días. Era un pensamiento aterrador, aunque no debería haberle resultado tan extraño. Sin embargo, naturalmente, ambos estamos demasiado bien educados en las formalidades del Comyn como para decirlo. No tengo que decirte que se espera que el heredero de un Dominio dé ejemplo, ¿verdad? En su interior, se sentía frío y tembloroso, pero físicamente estaba arropado y tranquilo. Sin embargo, en cierto modo éramos amigos, me habría gustado que se encontrase hoy aquí, en vez de estar en Edelweiss esperando el nacimiento del niño de Javanne. — ¿Y estos colectores funcionan también en invierno? — ¿Me imagino que Lew no tomaría parte en nada deshonroso...? Impulsivamente, Regis estuvo a punto de ponerle una mano en la muñeca, pero se contuvo. — ¿Quién cabalga en los Dominios...? Creí que lloraba alguno de los niños, después oí que eras tú. ¿Luchar contra terranos? —Regis esperaba así zanjar la cuestión. Doomo Saltado, Lima: Consulta 118 opiniones sobre Doomo Saltado con puntuación 4 de 5 y clasificado en Tripadvisor N.°409 de 4.030 restaurantes en Lima. Se acercó y dio a Regis un abrazo de pariente, oprimiendo su mejilla, a lo que Regís se sometió un poco sonrojado; después, apartándole con el brazo, Dyan le miró detenidamente. La de Marjorie se hallaba en un pedazo de seda y la llevaba en el escote, entre los senos, ¡en el mismo lugar donde yo había posado mi mano! Él tiene entrenamiento de torre y hubiera sabido qué hacer. Me apoyé en él. ¿Anteayer? Kennard volvió a hundirse en su asiento y Regis advirtió que se habría caído si no se hubiera sentado, pero por primera vez percibió la fuerza de acero y el control que un telépata con entrenamiento de torre debe tener para contenerse si es preciso. Naturalmente, mis propios conflictos internos no eran importantes para él, y tal vez ni siquiera le parecieran comprensibles. Se dijo que si alguna vez salía de estas montañas, ningún lugar de Darkover volvería a resultarle frío. No sé cómo se llama... El helicóptero. High expectations not delivered. Siento despertarte, pero el maestro de cadetes quiere verte. Me arrastré hasta Marjorie. Las frutas son excepcionales esta temporada. Marjorie se derrumbó, sollozando. Con los hijos de tu padre y tu madre Que contigo moraban en paz. La última noche habían dormido en un granero, compartiendo el calor con unas cuantas vacas y caballos y gran cantidad de heno seco. Ya no tengo que compartir el rancho de los hombres, pero mis años de cadete están suficientemente vividos como para saber hasta qué punto parecen buenas todas las delicadezas del buffet después de tener que comer lo que pasa como comida en las barracas. Yo no puedo llegar a él, pero tú sí puedes, porque le has amado, y debes hacerlo, antes de que cierre la última barrera y deje a todo el mundo fuera para siempre. Sharra, despierta y devastando, seguiría rugiendo, consumiría a nuestro pueblo, a nuestro mundo, a todo Darkover. —preguntó Beltrán. Su rostro se endureció. ¡Hastur, no puedo arriesgarme otra vez! En los Dominios, la mejor comida se sirve sin preguntar las preferencias del huésped, para que éste no se sienta obligado, por cortesía, a elegir la más simple; aquí todo el mundo me preguntó si prefería carne, carne de caza o pescado, si bebería el vino blanco montañés o el vino tinto del valle. Rápidamente, mientras aún tenía fuerzas, me lancé al espacio gris e informe que llamamos el supramundo, buscando la luz que señalaba el círculo receptor de Arilinn. Kadarin estaba inmóvil, inclinado hacia atrás, aceptando las corrientes de emoción de los hombres que se hallaban debajo, transformándolas en energones, que concentraba a través de mí hasta que llegaban a Sharra. ¡Estaría mejor muerto! La distracción funcionó. Le trajimos en un aeroplano terrano desde Arilinn. El rostro de Danilo permaneció impasible, pero yo podía percibir la emoción detrás de sus palabras. Bebe con moderación. Tras un tiempo indeterminado de vagabundeo, tropezones y alucinaciones, advirtió que hacía mucho tiempo que había caído por unas escaleras, que los corredores eran largos, pero que no se extendían por kilómetros y kilómetros y que ya no estaban llenos de extraños colores y sonidos silenciosos. Su hijo. No había otro sonido más que el de sus propios pasos y el ritmo irregular de los pasos del pony. ¿Acaso unos cuantos días tienen tanta importancia? Beltrán caminaba hacia él. Recuerdo que mi padre me dijo una vez que era mejor ser herido levemente por un amigo que herido seriamente, alguna vez, por un enemigo. No todos son amistosos aquí con la gente del valle. Hasta que llegue el momento en que se idee un medio para desactivarla totalmente, se ha decidido enviarla al espacio, donde no pueda caer en malas manos ni pueda volver a causar destrucción ni daño. No tanto para ella, sino para el niño. El dique que origina la cascada sirve para generar energía para las luces, las de aquí y también las del espaciopuerto. Dos guardias se acercaron al furibundo anciano, tomaron las riendas de su cabalgadura, para inmovilizarle. Mi mente volvió a ese extraño intervalo dentro de la matriz, no podía saber si habían sido horas o segundos, en el que había sentido la presencia de mi padre. ¿Cómo es eso? Yasai Itame, buenaso! Anoche se encontraba allá, en la armería y... —Su s voz se convirtió en un susurro, pero los muchachos apiñados a su alrededor reaccionaron con risitas agudas y nerviosas. Una basura de bienvenida, sin duda, pensé. Get quick answers from Doomo Saltado staff and past visitors. ¿Pero quién podía contárselo? Había sido manipulado, atrapado como un ratón, para que hiciera exactamente lo que se esperaba de un Hastur. Se trata de mi vida. No es posible reclamar ninguno de los privilegios del Comyn, pero se espera que demos el ejemplo a causa de lo que somos. Muy pronto hasta esa leve luz desaparecería. A partir de hoy habría reunión completa y revista cada mañana después del desayuno. Tratando de enfocar la visión en contra del enjambre de luciérnagas que giraba ante sus ojos, recordó el consejo de Javanne: muévete, combátelo, habla. Había llegado a Edelweiss a través de una nevada crepuscular, demasiado confundido y enfermo como para hablar o tomar la cena que Javanne había preparado para él. ¡Es bueno, amable y decente! — ¿No tienes frío? Si es tu hombre juramentado, debe alojarse contigo. La súbita consciencia de su propio laran había hecho a Regis extrañamente vulnerable, le había hecho estremecerse una y otra vez con oleadas de emoción; de nuevo estaba al borde de las lágrimas, en esta ocasión a causa de su abuelo, reviviendo ese feroz y ardiente momento de angustia que le había provocado la terrible muerte de su único hijo. —No, mi amor. Escuchó sin decir nada hasta que hube terminado. Establecí un breve contacto. Cuando yo era cadete, él me había dislocado un brazo, pero incluso entonces pude contenerme. Regis sentía que lo que Beltrán deseaba no era equivocado. —Puedo decir que todavía no he encontrado ninguna mujer con la que deseara pasar la vida... y, siendo telépata, no estoy dispuesto a dejar la elección a otros. No sé cómo evité gritar. Sus pies salieron de las botas acalambrados y helados. Quise que el Maestro Raimon le atendiera allá abajo, pero nos dijo que lo trajéramos aquí. —Entonces debe tener sus resonancias —dijo ella, cogiendo la daga y apoyándola levemente contra su pómulo. Tartamudeó: —M-m-me dijeron... que debíamos observarnos, conocernos y... que si nos gustábamos... un matrimonio... —Mi rostro debía manifestar lo que estaba pensando, porque ella se interrumpió, dejando la oración inconclusa. ¡Hazlo! —No. Danilo seguía con su actitud desafiante. Ello ha motivado que la autora incorporara una nota a la edición original en 1975 en la que decía: Para los seguidores de las crónicas de Darkover, cuyo mayor deleite parece ser el descubrir las más mínimas contradicciones entre libro y libro: Este libro narra una historia que muchos amigos de Darkover me han pedido que contara: la historia de la primera parte de la vida de Regís Hastur y del ascenso de Sharra, así como la del primer encuentro de Lew Alton con Marjorie Scott y con el hombre que se hacía llamar Kadarin. Por necesidad se había casado por debajo de su nivel, ya que no había ningún igual, y había llegado a amar profundamente a su esposo, pero su deber para con los Hastur ocupaba el primer lugar. Aunque sabía que él pensaba de esa manera, me chocó. Yo percibí un curioso cuadro mental, un relámpago captado de alguien que estaba en el cuarto, que los representaba como dos enormes torres enfrentadas, del mismo modo en que el Castillo Comyn y el Cuartel General terrano se enfrentaban a través del valle, gigantescas figuras acorazadas que entablaban un combate cuerpo a cuerpo. Todavía no estaba activada, pero al rozarla, la cicatriz de mi palma se contrajo con una puñalada de dolor. Había guardias en las puertas de Aldarán, montañeses, y por primera vez di mi nombre completo, no el que llevaba como heredero nedestro de mi padre, sino el nombre que me dieron antes de que mi padre o mi madre pudieran sospechar que alguien pondría en duda mi legitimidad. ¿Ni a los forjadores, ni siquiera el incendio de Caer Donn? Siempre se pierde la noción del tiempo dentro de una matriz. Regis permitió que le tendieran, casi inconsciente, sobre el banco de piedra. Al menos, ahórrale eso a tu padre. marinado en shoyu y cebolla china.Siukao Ramen 32 Veggie Ramen 26Fideos ramen, moyashi, Sopa en base a hongo shiitakecol y siukao. —En una oportunidad le habían mostrado un esquema de esas corrientes, pero en ese momento no había tenido motivos para creer que fuera algo que tenía que ver con él. I’d recommend 1 for 2 people. A medida que los largos kilómetros se arrastraban lentamente, y él se sentía más mojado y desdichado, decidió envolverse en su capa empapada, arropándose en ella como si fuera una capucha protectora. Por fin bajé la vista. El recuerdo de la tortura y el horror. Escucharé lo que él tenga que decir. Se han producido peleas, duelos, combates con armas blancas e incluso asesinatos, y no siempre resulta claro si es la Guardia de la ciudad o la fuerza espacial terrana quien debe ocuparse de los infractores. Sin embargo, reconoció la voz de Damon. Todo lo que me decía me parecía maravilloso. Su primer relato corto se publicó en 1954 en Fantasy and Science Fiction, con el título «Centaurus Changeling» y sus primeras novelas aparecieron en la década de los sesenta tras SEVEN FROM THE STARS (1957). No podía apreciarlos tanto como deseaba. Y los Alton eran parientes suyos. Kadarin se acercó y se ocupó personalmente de golpearme; sus manos cargadas de anillos fustigaron mi cara, golpe tras golpe hasta que caí en una negrura salpicada de rojo. El motivo de tal nota radica en que la historia de Lew Alton se narra en uno de los primeros libros de la serie: LA ESPADA DE LOS ALDONES (1962) que se reimprimió en 1976. —Ella alzó los ojos de la matriz y le miró con sorpresa. Cuando aún era joven, había abandonado la Torre, se había rebelado contra las viejas supersticiones que rodeaban a los círculos de matrices y especialmente a las Celadoras y, desafiando la tradición y la creencia, había tomado un consorte y había engendrado con él un niño mientras continuaba utilizando los poderes que le habían enseñado. Lo pensé. Por fin, hablé. Caía la noche, pero por misericordia de Dios no nevaba. No conozco a ningún hombre tuyo. Sólo espero no tener que enfrentarme con Lew, si es que le han obligado a volver a Sharra. Parecía joven y tímida, con una adorable torpeza; sin embargo, en el sentido clásico no era bella. Tu heroísmo no tiene el menor sentido, querido muchacho. Hay una ley que castiga el ocasionar charlas y rumores escandalosos a causa de la conducta escandalosa. En su apuro por obedecer, Regis olvidó recoger sus guantes, y el hombre mayor le dijo con rudeza: —¿Después de todos estos meses? El Pacto nos obliga a privarlos de sus armas habituales. ¿Crees en esta cháchara supersticiosa? Tampoco había salida para ella. ¡Está juramentado al Comyn y entrenado en torre! No hay ningún dolor en mi vida que pueda igualar jamás la agonía de ese momento, cuando Marjorie me dijo llorando que deseaba tener hijos conmigo. Dije que sería un placer reunirme con él. Debería haberme llevado a los dos a la Tierra. Ella pareció confusa. Por un momento, luché contra una fuerte tentación. Yo misma lo ignoro — prosiguió—. En las viejas épocas, lo sé, esos enlaces de mentes se hacían por medio de las Celadoras. —Una vez —dijo Regis—, hace tres años. No podía dar a Danilo la confianza necesaria para que reclutaran su ayuda, así que traté frenéticamente de encontrar alguna manera de convertir la mentira en verdad. Mientras se erguía la forma del fuego, ahora vi claramente a una mujer, una diosa alta como el cielo ataviada con llamas, ingobernablemente dispuesta a atacar. Su reinado había sido largo, y sabio. La bastardía, por supuesto, no es ninguna desgracia particular. Todo ello sumado significaba algo así como: ¿Dónde demonios está el comandante? Era pequeña como sala de reunión, pero tenía una enorme mesa redonda y muchos asientos. No me gustan esas bromas... soy un cristoforo... pero le respondí con alguna otra broma similar y pensé que eso era todo, porque si lo había dicho en serio, mi respuesta había sido clara pero no ofensiva. No sufriste ningún daño, ¿verdad, Margie? Una matriz es una máquina, nada más. (El relato de Lew Alton) La densa lluvia caída después de medianoche se había convertido en nieve húmeda; el día de mi partida hacia Aldarán amaneció gris y sombrío, con el sol oculto detrás de las nubes aún cargadas de nieve sin caer. —Vaciló, y luego agregó—: No puedes ser Lord Hastur; ¿tal vez sea tu padre? Deberíamos habernos marchado a pesar de la tormenta. Jamás. ¿Qué haces aquí? —Este condenado sitio está repleto de pesadillas... —masculló Danilo. En la parte más baja del valle, donde el suelo era más llano, había una gran área cercada, de superficie anormalmente lisa, e incluso desde donde yo estaba podía ver las pistas de aterrizaje. Se encogió de hombros mentalmente, recordando que en las barracas decían también que a Lord Dyan le gustaban los muchachos guapos. —No sé cómo explicarlo, pero siento que cada momento es vital. Deseaba poder hablarlo con Lew, quien había quedado igualmente horrorizado y conmovido. Entonces me hallaba en mi habitación del Castillo Aldarán, pero estaba apresado entre enormes pesos. Obviamente era Kennard quien debía saberlo. Su padre había muerto quince años atrás, exactamente un mes antes de que Regís naciera. Y finalmente afirmo que no es a él a quien le corresponde desafiarme. —No es cuestión de que seas o no adecuado, no eres capaz. —Soy Regis-Rafael Félix Alar Hastur y Elhalyn —enunció orgullosamente. Entonces, debería asegurarse. Como su servidor personal y guardaespaldas, Danilo estaba sentado a su lado. Lew lo había sabido siempre. FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO ¿Kadarin, cuando había venido a buscar la matriz de Sharra? Dejé a un lado sus pensamientos y le dije llanamente: —Una mujer debe tener el privilegio de negarse. — ¿Qué te pasó, te diste cuenta de que no podías manejar a Sharra tú solo? Escuchó que detrás de él sus guardaespaldas hablaban en voz baja. Y Dani era un telépata catalizador. MacAnndra... —¿Señor? ¿Cuántos de ellos podrían declararse verdaderamente capaces para esa responsabilidad?, se preguntó Regis. Sin embargo, nunca escucharé nada tan terrible como su voz grave y firme cuando dijo: —No puedes volver a soportarlo, ¿verdad? Kadarin rió. Sabía que sus Guardias hablaban de él, pero los aisló firmemente de su consciencia, replegándose más y más en su propia desdicha. Cuando entramos en el castillo, ya casi había anochecido, y aunque es raro que la lluvia nocturna se convierta en nieve en esta estación, caían penetrantes ráfagas de aguanieve. Se trataba de una corta reseña de la página Gastronomicus Maximus, dedicada a compartir artículos gastronómicos acerca de uno de los platillos del restaurante Nanka, ubicado en el distrito de San Isidro. —preguntó Damon MacAnndra. Su rostro ardía. —Breda... —No —dijo Marjorie, con voz temblorosa, no, Thyra. ¡Oh, muchacho, no fue así! Caminé de un lado a otro, junto al fuego apagado, escuchando con inquietud el golpear de la tormenta afuera. —¿Está prohibido ir a la Zona Terrana? Deliberadamente cambié de tema. ¿miedo?, ¿vergüenza?, que subía desde el brazo hasta sus dedos, como un shock eléctrico. Hice la más breve y cortés inclinación posible y me marché para hacerme cargo del baile que le había prometido a Linnell. Pero no los telépatas con un entrenamiento de Torre, acostumbrados a compartirlo todo... Dije, y supe que mi voz temblaba de manera incontrolable: —Ni siquiera un dios puede ser obligado a amar por medio de una orden. El viejo Kermiac no sabía que te habían traído aquí, y no tuve oportunidad de preguntárselo a Lew a solas. Thyra suspiró, el círculo se rompió y cayó como fragmentos de una telaraña, todos quedamos mirándonos aturdido. Sin apuro, se la enjugó. Doomo saltado; un lomo saltado de 33 soles que los valen, La causa de pollo con lomo es simplemente espectacular, Buenazo el aeropuerto, y recontra bien servido. No, señor, asustarás a un halcón montaraz que tengo aquí. Yo jamás había intentado espiarle, ni siquiera preguntarme mentalmente sobre su vida más íntima, por lo que estaba doblemente furioso ya que él no me dejaba ni un harapo de intimidad para cubrir mi desnudez, y me había obligado a desnudarme ante Hastur y a comportarme mal ante mi prima Callina. La primera promesa, el primer juramento que había hecho en Arilinn era éste: nunca, nunca forzaré la voluntad o la conciencia de otro, ni siquiera por su propio bien. Me duele la cabeza. Mi segundo hijo será el tercero en lo que a él respecta, y juraré que ningún otro heredero nedestro podrá desplazarlo. Me desplacé lentamente por las esquinas de la habitación. Our partners will collect data and use cookies for ad targeting and measurement. Me sentía confuso, medio convencido, pero también más desafiante que nunca. —Acepto sus enmiendas honorables, Lord Dyan. Estoy profundamente preocupado por mi amigo. Su dolor me desgarró; yo estaba totalmente abierto a él. ¡Él sabe lo que está haciendo! Danilo me ha mostrado tu hospitalidad; tiene aquí las mejores manzanas que he probado en largo tiempo. Él debería haber accedido al puesto de comandante. Tenía que calmarle de alguna manera. Follow. Sólo nos resta hacer lo mejor que podamos con los instrumentos y las técnicas que poseemos. Cuando le dije a Linnell que estaba pensando en provocarme una enfermedad lo suficientemente importante como para impedirme asistir, o en cambiar el turno con alguno de los oficiales de guardia, ella estalló: —Si tú no vas, ¿quién bailará conmigo? Desde mi primer año en los cadetes me había habituado a acercarme a Lord Dyan lo menos posible. —Tengo que incorporarme y caminar, o la sensación puede repetirse. En las torres estamos demasiado preocupados por dominar las habilidades como para ocuparnos por las palabras que las describen, Thyra. No te hizo daño, ¿verdad? —Hice un gesto hacia el helicóptero, que se hallaba a unos tres metros de distancia, en el borde más próximo del aeropuerto abandonado, donde la nieve ya había empezado a cubrir su cola y su rotor—. —¿Por qué no? La voz de ella era trémula. La evaluación calculada de nuestro agregados de opiniones “Sluurpometro”, es de 82 se basa en 440 parámetros y comentarios. ¿Puedes ocuparte de él? Me quedé pensando. Él siempre había esperado que él y Beltrán estarían completamente a cargo del trabajo, que yo sería tan sólo un ayudante que prestara su habilidad pero sin ningún poder de decisión. —y empezó a llorar. ¿Acaso tu propia vida es tan pura y perfecta...? No había escuchado su voz. Cuanto antes se despidiera y volviera a marcharse, tanto mejor. Y obviamente por eso hacían lo que hacían, pensó Regis. Dyan decía: No puedo encontrarle, Kennard, no está en ninguna parte del supra-mundo, y Regis se rió para sus adentros y dijo: Estoy aquí, pero no os permito que me veáis. —Javanne, ¿tú tienes el don de los Hastur? Me dirigí hacia los cuartos de los Alton, todavía furioso. Pero a menos que alguien recurra a mí, no tengo ninguna autoridad fuera de la Ciudad Comercial. En Arilinn había aprendido a considerarlo como un hecho inevitable, ya que el trabajo psi consumía toda la energía física y nerviosa disponible. —Empecé a contarle los planes de Beltrán, y un poco acerca del trabajo que ya habíamos comenzado. Cuando la comida hervía sobre el fuego, Danilo vino a sentarse a su lado. El caso de Octavien Vallonde había sido disimulado de esa manera. —Que los dioses cabalguen contigo, bredu —dije, mientras me alejaba. No era una sorpresa que el padre de Danilo estuviera disgustado con el joven, sin embargo, Regis había dicho la verdad: según la ley de los Dominios, Danilo era un adulto responsable. —Me concentré en Rafe. Claimed. ¿Debo explicarte? —Esto, señor, no es muy razonable —dijo el embajador—. —No, algunos podemos tener una opción ahora. Durante unos pocos minutos pareció que no se iba a detener ante el grupo que bloqueaba el sendero, pero a pocos pasos de distancia, detuvo al caballo y el animal se quedó inmóvil con las patas tiesas, resoplando pesadamente y con los flancos hirviendo. ¡Es mejor que el linaje muera conmigo, y no seguir durante generaciones llamándonos Hastur, sin nuestro don, sin laran, simples figuras decorativas políticas usadas por Terra para mantener a nuestro pueblo en paz! Yo estaba con ella en todos los momentos de vigilia, y era suficiente. Dom Félix se tranquilizó con un esfuerzo tal que hizo que sus ojos salieran de sus órbitas. —Yo no quería entrar en los cadetes. Hasta el día de mi muerte no olvidaré esa agonía. El tiempo dio marcha atrás, y una vez más me encontré de pie ante mi padre, mientras sus manos rozaban mis sienes, volviendo a vivir ese recuerdo de terror, esa desgarrante agonía. Mis ideas erraban; les ordené que se concentraran cuando Hastur empezó a hablar. Sentí que iba a estallar en lágrimas que me despojarían de mi virilidad. Tú misma dijiste que debo pedir que me envíen a una torre. Pero sin un catalizador... Su boca se curvó con obstinación y por un momento pareció feo. Se rehizo. Rafe Scott era un muchacho de once o doce años, no muy diferente a mi hermano Marius, con los mismos ojos salpicados de oro. —exclamé bruscamente, y ella se sobresaltó, rompiendo su concentración, y el torrente cayó con un estrépito. Pero —me esforcé por explicar, ligeramente incómodo—, después de haber pegado a una niña por haber roto mis juguetes, después de haber compartido la cama con ella cuando tenía una pesadilla o cuando lloraba por un dolor de muelas, o después de haberla ayudado a recogerse la falda para cruzar un arroyo, o haberla vestido, o haber cepillado su cabello... es casi imposible pensar en ella como... compañera de cama, Lord Hastur. También era el tuyo. Pero tú también eres Comyn, y Dyan te concedía tantos favores, y aquella última noche, cuando me tocaste, yo tenía miedo... Regís alzó la vista, ofendido, y entonces advirtió que Danilo no había hablado. Por tradición, los «ángeles Lanart» debían ser bautizados con nombres de archidemonios, no de arcángeles... ¿y por qué un Hastur debía buscar nombres de la mitología de los cristo foros'? Y durante tres años, los años que debería haber estado cada vez más despierto y fortalecido, cada vez que sentía alguna clase de impulso físico o emocional, lo había reprimido; cada vez que había experimentado la más leve respuesta telepática, la había eliminado. — ¿Negarme, Dom? Sus cejas se alzaron en señal de divertida inquisición. Llegamos a un espacio cercado con mármol donde retumbaba una cascada que caía, hinchada por la tormenta, hacia el valle. MIQUEL BARCELÓ as Dedicado a Jacqueline Lichtenberg, quien me convenció de que este libro podía y debía ser escrito, y me respaldó mientras lo escribí, hasta el final. ¿Estaría realmente bien Rafe, o debería ir a verle? Damon está en la enfermería con Julián. Un año atrás, había recorrido el camino desde Nevarsin, creyendo que no tenía laran y que podía dejar de lado su herencia e irse al espacio, siguiendo las naves espaciales terranas hasta los más remotos confines del Imperio. Nos hemos conocido desde que éramos niños, y ésta es la primera vez que casi he llegado a odiarte. Ella la captó rápidamente, entrando en contacto sin vacilaciones y... Un animal salvaje, oscuro, sinuoso, que vaga por una jungla inexplorada. Había antiguas tradiciones sobre matrices como ésta, instaladas en armas. Cuando Danilo estaba a punto de hacer lo mismo, me acerqué a él y le dije: —Una palabra, pariente. El truco de Rafe con el fuego. —La hija adoptiva de Aldarán. Las lágrimas contenidas invadieron los ojos de Regis, lágrimas por ese hombre que era más que un padre para él. Cada momento que le separaba de Thendara era ahora una tortura para él; ansiaba estar allí y que se produjera de una vez el temido enfrentamiento. Tomó su manto, que estaba sobre el banco de piedra, y salió corriendo de la habitación. Había vivido, arrasada por la pena, lo suficiente para que Regis naciera; luego, casi con alivio, había dejado escapar su propia vida. Regis deseaba que se fueran todos. Regís parpadeó. Ella me había devuelto algo que yo no sabía que había perdido, me había devuelto la seguridad del amor de mi padre. Hastur parecía profundamente perturbado. Chaufa con lomo saltado y maquis buenote ! ¿O también eso fue un sueño? No quise llamar la atención ni meterte en problemas, Lord Regís-—¿Tú también, Dani? ¿Qué es eso? ¿Quieres hablar con Regis? Fue apresado por hombres armados en las colinas próximas a su casa, hombres que llevaban tu emblema, señor. No era culpa de Thyra que Marjorie, y no ella, hubiera sido obligada, por falta de alguna otra, a ser Celadora. Tal vez esa sensación se disipará cuando sea mayor. Ahora será mejor que os deis prisa o llegaréis tarde. Bien, si has hecho todo lo posible, ¿qué puedo decir? —dijo Dyan con formalidad. Danilo se incorporó y empezó a ponerse la camisa. Al igual que Dyan, a él tampoco le importaba qué torturas infligiera para conseguirlo. Regis se adelantó hasta ponerse junto a Danilo, aflojando las riendas de su pony. No sabía cómo ni por qué, pero sí sabía que se me había tratado injustamente. Cuando los lectores empiezan a cansarse y preguntan por qué (por ejemplo) dos ciudades distan un día de viaje en un libro y tres días en otro, empiezo a comprender por qué Conan Doyle hizo caer a Sherlock Holmes por la cascada de Reichenbach y por qué Sax Rohmer intentó repetidas veces quemar, ahogar o desmembrar tan completamente a Fu Manchú que ni siquiera los editores pudieran resucitarle en otro libro. Yo no estaba seguro de si había sido una ilusión, la manera en que muchas generaciones de forjadores habían imaginado a su diosa, el poder que llevaba el metal de las profundidades de la tierra hasta sus fuegos y forjas. —No estoy eludiendo ninguna responsabilidad que entre dentro del alcance de mis deberes, Lord Serráis —respondió—, pero tampoco es mi deber zanjar los desacuerdos entre ustedes y Aldarán. Olvidando su cuidadosa instrucción acerca de los modales, ella me espetó: — ¿No te lo han dicho? Marión Zimmer BRADLEY, escritora americana nacida en 1930, se dio a conocer en el mundo de los aficionados a la ciencia ficción a finales de los años cuarenta por sus repetidas cartas a revistas y fanzines firmadas como Marión «Asirá» Zimmer. Esto, pensé, debe ser el antiguo espaciopuerto terrano, ahora convertido en pista de aterrizaje de las aeronaves y los cohetes pequeños que traían mensajes de Thendara y Port Chicago. ¡Jamás sería libre! ¿Confiarías en el juicio de Lew Alton? Estás listo, y más que listo, para el matrimonio. Por un momento creí que también me daría un beso, pero él se rió. Debería mandar un mensaje, ya sea a Arilinn o a mi padre. Suena a basura —dije. Y entonces desenvainé la daga, ni siquiera sé bien cómo, ni qué pensaba hacer con ella, tal vez matarme... —Danilo se cubrió el rostro con las manos—. —En realidad, falta todavía una media hora —dijo Regis. La cara del anciano era ahora del color del polvo. Sopa insignia de japón. —No es necesario que me enseñe mis responsabilidades, señor Ramsay. El precio medio se calcula según la combinación aperitivo/plato principal o plato principal/postre (bebidas no incluidas). Regis le miró con ansiedad. Mi padre volvió a interrumpirle, pero ambos habían bajado la voz. Me gustaría pensar que algún día Beltrán y el heredero de Hastur podrán sentarse a construir juntos un nuevo mundo, en vez de escupir veneno entre Thendara y Caer Donn. El abuelo puede mandarte a Neskaya o Arilinn. No hago suficiente ejercicio. Se le estaba mojando la cabeza, pensó con amargura, pero era su deber que se le viera, estar a la vista. Vamos —dijo ella con una risita, arrojándole el chal blanco, desviando cortésmente la mirada mientras él se envolvía con la prenda y luchaba por incorporarse—. Por un momento sentí que el anciano seguía mis pensamientos, mientras su dedo rozaba la marca del Comyn que yo tenía en la muñeca. Regís no podía saber que era la reacción física y mental de un telépata en crisis. En general los sirvientes sabían qué hacer. Y, a diferencia de Marjorie, ni siquiera había accedido a morir. Soy Celadora de la Torre de Neskaya, y ya sabes lo que eso significa. Cada uno de los oficiales me tenía marcado como el más fácil de sorprender. Fui hasta donde estaban los guardias y les quité las espadas. Empecé a preguntarme si su caballo se habría accidentado o si estaría dedicado a alguna travesura juvenil, cuando el viejo Mauris y la gente de la cocina entraron corriendo en mi habitación y me dijeron que le habían visto encontrarse con unos jinetes en el camino, y que le habían golpeado y se lo habían llevado... Gabriel parecía perplejo y espantado. En Neskaya le habían enseñado las técnicas básicas para aislarse de la peor parte, ya no se sentía completamente desnudo e indefenso. ¿Por qué no es uno de nosotros? Los dedos de ella rozaron los míos, sin que Kadarin lo advirtiera. —Sí, capitán. —Desideria la usó sin tanto barullo —dijo Kadarin. ¿Cómo? Siempre que la he visto, durante los últimos nueve años, está embarazada. El agua estaba helada, ya que venía directamente de una fuente de montaña, pero era maravillosamente refrescante. Título original: The Heritage of Hastur Traducción: Mirta Rosemberg 1. Me deslicé de la cama. —Supongo que todos sabéis que no hay nada mágico en una matriz —dije—. Su mano aún descansaba ligeramente sobre mi brazo, como cuando estábamos bailando; la retiró como si se hubiera quemado. Y aunque yo estaba totalmente allí, me encontraba otra vez en la habitación de mi padre en Armida, esperando, enfermo de miedo... ¡y alivio! Hay una especie de... de energía. Con un escalofrío de horror, volví a guardarla. Extendió ambas manos y las hizo correr, firme y minuciosamente, por las costillas de Regis. No quería que ingresara en la Guardia, pero cuando Lord Alton le hizo una oferta tan generosa, no pudo rehusar. Marjorie me lo había dicho, pero no había palabras que hubieran podido prepararme para esta clase de destrucción, de ruina, de desolación. Español en el casta, inglés y gaélico en el cahuenga, y los lenguajes de las Ciudades Secas. —También yo —dijo el anciano—. Dos guardias me apresaron, inmovilizándome entre ambos. Había que admitir que Dyan era buen orador. ¿Crees que soy tan malvado como para desear el mal a la familia de ese hombre? Es sólo un golpe en la cabeza. —Anteayer, capitán. Tal vez durante los días en que había estado separado de ella, había perdido de algún modo mi sintonía. —No me deja usted elección, señor. ¡Oh no, Lord Regis, ya he pasado por esa experiencia! —Pero pude ver que las leves y azuladas corrientes de energía latían cada vez más lentas. Se desarmó en mi mano. El problema es que no sé qué hacer con ella. A medida que cabalgaba lentamente colina abajo para reunirse con su escolta, advirtió qué era lo que, sustancialmente, se había comprometido a hacer: restaurar el buen nombre de Danilo y asegurarse de que Dyan no volviera a hacer mal uso de su poder. —Esbozó una sonrisa leve y sombría—. Tal vez porque yo todavía estaba recuperándome de los efectos de la brutal paliza que me diera Kadarin. Chicha superdulce. No se podía repetir ni una palabra de su relato en compañía más cortés, pero era exactamente lo que exigía la situación. Sabía que debía hablar con Regís. Gritaba, con creciente urgencia, Regis, Regis, ¿dónde estás? Me volví hacia ella, sosteniendo todavía a Marjorie con un brazo; ella se encogió como para evitar un golpe. —Por supuesto que no —dijo con cansancio—. Había disconformidad entre los súbditos e incluso entre ellos mismos, en sus mismas filas, los hijos se volvían contra los padres. Regis parpadeó y soltó la mano de ella. La nieve había atenuado el olor del incendio, y eso le alegró. 38Aeropuerto NikkeiCon arroz, huevo, cebolla china,moyashi (frejolito chino) y fideosartesanales propios.Aeropuerto con NUEVOtortilla de langostinosCon arroz, huevo, cebolla china,moyashi (frejolito chino) y fideosartesanales propios.Mostrito Doomo 32Karaage (pollo frito al estilo japonés) acompañadode nuestro chaufa clásico y papas fritas.Adicionales Ensalada mixta 5 Chasu porción 15Huevo frito 3 Porción de chaufa 9 Tacu Tacu 10Plátano frito 4Porción de 7 Porción de arroz 5 ½ Porción de 13papas fritas japonés o criollo tallarines verdes *Imágenes referenciales.Doomo Niños*Imágenes referenciales.Doomo Niños Vegano VegetarianoLomo saltado 22 Pollo teriyaki con 22 Pollo teriyaki con 22kinder puré de papas puré de palta Pollo y papas fritas 22 Puré de papa 18Pollo saltado 22 y huevokinder Tallarín en salsa 22 blancaCombo 28hamburguesa*Imágenes referenciales. Gritó: ¡No!, y volvió a caer en un sueño profundo. Preparamos al momentouno por uno en cada wok, lo que garantiza el Vinagre y sillao elaboradosahumado, temperatura y tiempo ideal de cocción. —Probablemente —Dyan asintió—. Estaba casi seguro de... —Me sentía un poco confuso. — ¿Debo vigilar también la expresión de mi cara, Lord Hastur? Sacudí la cabeza. — ¿Por qué no, Lew? La tomé salvajemente, sin ternura, tratando de apaciguar la ardiente urgencia que me avasallaba. Danilo, igual que Marjorie, hizo el signo cristo/oro sobre la frente del anciano, susurrando, supongo, una de sus plegarias; después hizo una reverencia formal a Beltrán. Me preguntaba por qué. La mujer tocaba y cantaba. Durante toda su vida hubo paz entre el Imperio Terrano y los Dominios. 118 opiniones #352 de 2.803 restaurantes en Lima €€ - €€€ Japonesa Peruana Sushi. Yo esperaba que algún día llegara el momento en que pudiéramos abrazarnos sin temor. ¿De veras crees en toda esa basura? Marjorie. Sería desastroso que esta reunión se convirtiera en objeto de habladurías entre la Guardia... o en cualquier otra parte. Kadarin nos miró a ambos y luego dijo: —Todo depende de Marjorie, entonces. Ya he pasado lo peor. Cuando me calmé un poco, dije: —Nada es todavía irrevocable. Dom Félix Syrtis se puso de pie y lentamente se dirigió hacia el centro del recinto. Ninguno de los dos se atrevía a hablar. Sentí que mi rostro empalidecía. Mientras estuviera segura, no los privaríamos de su diosa. Después continuó: — ¿Cuánto sabes de la historia del Comyn, Lew? Antes de este suceso, yo no le caía bien, pero él era amigo de mi padre y toleraría cualquier cosa que perteneciera a un amigo, siempre que se mantuviera en su lugar. Beltrán las llama hermanas adoptivas; ¿ellas también son parientes tuyas? Sin embargo, eso de algún modo lo hacía peor. —Está cenando, Lord Regis. No creía que ese saber aún existiese. —Si la acusación fue injusta, si fue un gesto de venganza privada, ¿por qué mi hijo no me lo dijo? Danilo era un telépata catalizador. — ¿Qué tontería es ésta, Lew? Mi tío me lo dijo, aunque no tengo ninguna preparación, pues para cuando fui suficientemente mayor como para aprender, él ya era demasiado viejo como para enseñarme. En cambio, Regís y Danilo cabalgaron directamente hacia ellos a paso vivo. Puedes visitarlos en sus tres locales: Arnaldo Márquez 1536, Jesús María,  Av. ¡Tal vez después de esta noche este entrometido bastardo estará más ocupado con sus propios asuntos y tendrá menos tiempo para interferir en los míos! Bien no, pensé, mientras observaba su palidez y las leves arrugas azuladas en torno a su boca. —Extendió los brazos y me saludó como pariente, sus delgados labios secos se posaron por turno en mis dos mejillas. Os envidio la noche de descanso. Cuando tu padre era muy joven, le casamos con una mujer que el Concejo creyó adecuada, y me han dicho que vivieron juntos en completa armonía y en total indiferencia durante muchos años. Hastur dijo: —Con su permiso señor, prescindiremos del traductor, a menos que se produzca algún malentendido que él pueda resolver. Yo permanecí en el frío aire húmedo del balcón, sintiendo el aguijón de sus palabras. Podía ordenarles que fueran con Regis y Danilo para protegerlos. Otra vez se hallaba curiosamente descentrado, dedicado a una ansiosa búsqueda, pero como respuesta a su mente inquisitiva sólo vio veladas imágenes, hombres y extraños no humanos que luchaban en una cornisa; los rostros de dos niños pequeños, hermosos y delicados e indistintos por el sueño, después fríos en la muerte con un dolor demasiado terrible de tolerar; figuras que danzaban en remolino, girando como hojas llevadas por el viento en un éxtasis salvaje; una gran forma agazapada, ardiendo en llamas-Agotado por la emoción, volvió a dormirse. Una elección difícil y que puede contradecirse con su propio deseo, pero que no puede dejar de hacer. Después fue conservada durante siglos en Aldarán, hasta que uno de los guardias de Kermiac, entrenado por él, la utilizó para romper el sitio del Castillo Storn. Después, muy lentamente, sus pensamientos empezaron a mezclarse con los de Danilo. Pero formalidad por formalidad, Lord Regis, enhorabuena. —Los terranos no lo creen así. —preguntó. No obstante, Kennard también está muy enfermo. Sin embargo, esta vez podía controlarlo. —Sí, sí, bien y a salvo —dijo Danilo, y después lanzó una exclamación— ¡Mi señor Regis, estás empapado! Rafael era el más parecido a él, pensó. Beltrán seguía luchando. —No hagas de eso algo romántico —dije bruscamente—. —Sólo un poco, cuando el mal tiempo nos obligó a descender. —Eres listo —dijo Dyan de manera impersonal—. Pero las palabras de Kadarin fueron rígidamente corteses—. Los Hastur ya no son reyes. Y si puedo hacer una respetuosa sugerencia, Lord Hastur, le sugiero que se ocupe directamente de este asunto con Kermiac de Aldarán. Ensalada de lechuga, col morado, col corazón, tomate y zanahoria con diferentes alternativas a elección. Por ello continuamos hoy con la traducción de LA HERENCIA DE LOS HASTUR y seguiremos con LA CADENA DESTROZADA, que da inicio a la tercera subserie. —No, ni siquiera Beltrán me hizo daño, aunque le arañé y le mordí —dijo ella, hablando entre jadeos—. Hastur, si sólo queríais que me casara para perpetuar el don, o para engendrar un hijo para el Dominio, deberíais haberme casado antes de que fuera totalmente adulto, antes de que fuera suficientemente maduro como para concebir sentimientos por alguna mujer, cuando la hubiera deseado solamente por el simple hecho de ser mujer y estar disponible. ¡No es necesario preguntarte tu nombre! Dom Félix, no sabemos nada de tu hijo. —No hay por qué seguir —dije por fin—. —Si no lo estoy intentando, ¿qué importancia tiene? En otra ocasión, se hallaba luchando con cuchillos a lo largo de una cornisa, mientras los extraños de ojos rojos le atacaban, tratando de despeñarle. Thyra me miró con furia. —Sabes perfectamente bien que no estás en condiciones de viajar. En el comedor había salchichas para el desayuno, y su aroma rico y especioso me recordó que todavía no había comido nada. Regis sostuvo a Mikhail en el regazo, dejando que el niño retorciera lentamente un botón de su túnica, hasta que llegaron los testigos, cuatro ancianos y dos ancianas de la servidumbre. ¿Debo tener una niñera trotando a mis talones para cabalgar cuatro kilómetros? ¿Tan cobarde eres, Lew? Y de repente la identidad se hizo difusa y se disolvió. Ante su rostro, flotando en el aire, apareció una pequeña bola de fuego azul, que se hizo gradualmente más grande y luego flotó ante cada uno de nosotros por turno. Regis se dedicó escrupulosamente a limpiar las cenizas y la parrilla del hogar. Yo había esperado, en todo caso, una ruidosa resonancia metálica. No obstante, los muchachos cambian en tres años, y Regís había cambiado más que la mayoría. No, mientras estamos de servicio. —Tal vez tú puedas explicarle que no pretendemos hacerle daño —dijo Beltrán—, y que no es un prisionero, sino un invitado de honor. —Me volví hacia Beltrán—. Y ante la falta de cualquier heredero de mi cuerpo, yo, Regis-Rafael Félix Alar Hastur y Elhalyn le elijo y nombro mi heredero nedestro y juro que nadie, salvo mi primer hijo nacido de matrimonio verdadero, podrá desplazarle como heredero mío; y que mientras yo viva, nadie podrá cuestionar su derecho a mi casa o a mi herencia. Teniendo en cuenta esta cronología interna de Darkover y añadiendo unos subtítulos inventados por el editor norteamericano, la serie puede subdividirse en grupos como: EL DESCUBRIMIENTO: Aterrizaje en Darkover LAS ERAS DEL CAOS Lady Halcón La reina de las tormentas LOS CIEN REINOS Dos que conquistar LAS AMAZONAS LIBRES La cadena destrozada La casa de Thendara Ciudad de brujería CONTRA LOS TERRANOS: PRIMERA ÉPOCA La espada encantada La Torre prohibida El sol sangriento (reescritura) CONTRA LOS TERRANOS : SEGUNDA ÉPOCA La herencia de los Hastur El exilio de Sharra Retorno a Darkover Y el resto de libros, tal vez complementarios, se sitúan preferentemente entre las dos últimas subseries. Lamento no seguir tu costumbre y no agregar una larga ristra de nombres que detallen mi genealogía por muchas generaciones. Pareció rudo, pero, en realidad, fue bastante suave. Los ojos de Kennard se cerraron por el dolor cuando Regis le contó que Kadarin había golpeado brutalmente a su hijo, pero a Regis no se le habría ocurrido ocultárselo, Kennard también era telépata. Deja los problemas del futuro para que los resuelvan los hombres de mañana. Más allá del aeropuerto se extendía la ciudad, y mientras mi escolta se detenía detrás de mí, oí que los hombres murmuraban al respecto. —Hablaré con Beltrán —dijo Kermiac de Aldarán—. Estaba oscuro cuando desperté, y la nieve seguía cayendo y golpeando contra las ventanas. —No había otra manera. —Creo que deberíamos seguir adelante, si ya has terminado —dijo Danilo. Pero si vivo lo suficiente, será un cambio lento, un cambio al que nuestro pueblo podrá sobrevivir. Asintió. Sentía que había fracasado; había hecho una promesa, y no había logrado nada. No te encuentras bien. Su compostura era inquietante. —Lew, si vas a hacerte cargo de pasar lista, es mejor que te muevas —y advertí que me había quedado allí de pie como si mis pies se hubieran congelado sobre el suelo. Lew había envejecido veinte años en el transcurso de esas pocas semanas durante las que no se habían visto. —No deseo causarte problemas, Lew. Antes de que la desenvolviera, la imagen resplandeció, dorada, ardiente... ¡Sharra! Debes dejar todo esto en nuestras manos. ¿Te refieres al hecho de que me use como par en las prácticas de esgrima? Y le dio una breve explicación—. Extrajo la botella de agua de las alforjas, se enjuagó la boca y bebió un poco, pero todavía tenía demasiadas náuseas como para tragar en exceso. Regis, por supuesto, conocía la vieja historia. Ninguna vigencia. — Danilo alzó la mirada, llameante, y Regis agregó—: No estaba evadiendo el trabajo. La intensidad de Dyan ya no resultaba incómoda. Mientras temblaba, sintiendo el enorme flujo de salida de ese poder ligado y conjunto, vi en una serie de imágenes la gran forma de fuego que había visto antes, Marjorie y no Marjorie, una desnuda corriente de fuerza, una mujer desnuda, alta hasta el cielo, con pelo flotante, cada mechón una lengua de fuego... Sentí una curiosa furia que surgía de mí. Pero Lew se había marchado a Aldarán, y Regis no tenía idea de cuándo volvería. ¿Cómo hacía uno para enfrentarse al Regente del Comyn y decirle que su consejero más fiable era corrupto, un pervertido sádico que utilizaba sus poderes telepáticos para invadir una mente confiada a su cargo? —Dyan se quitó la chaqueta, quedándose en Mangas de camisa—. Mis nervios me estaban consumiendo, y a esta altura ya estaba hipersensible. Sin embargo, ahora... Dejé salir mi ira, visualizando manos en el cuello de Kadarin, mientras mi mente hacía llover odio y furia sobre él... Sentí que él retrocedía ante el ataque, le vi palidecer, caer de rodillas... —Rápido —jadeó con voz ahogada—, desmayadle... Un puño golpeó mi mandíbula, la oscuridad inundó mi mente. No le molestaría nada, pensó, ni la cabalgata, ni el frío ni el sueño, si pudiera ver bien o si el mundo se mantuviera quieto a su alrededor. Regis miró a los sirvientes que se movían por la habitación. Impaciente, le hizo un gesto a Regis, indicándole que fueran al cuarto de prácticas. Y Callina comprendía todo esto sin que se lo dijera, ya que formaba parte de ello. Las cosas serán diferentes ahora en las montañas. Alguien hizo votos en mi lugar cuando yo tenía cinco años. Si sofoco una rebelión con hombres armados, ¿prueba eso que soy un hombre mejor, o sólo un hombre que puede pagar a mejores espadachines y construir armas más eficientes? Maldita sea, ¿dónde estaba Regís? Rápidamente desvié la vista. Era un experto luchador y podía lograr su cometido sin causar excesivo daño, pero era increíblemente brutal y jamás dejaba pasar la oportunidad de coger a alguien. —Extendí ambas manos hacia el joven—. Podía ponerle de mi lado... Retrocedí, horrorizado y avergonzado de mis propios pensamientos. Y por mí mismo y por mi casa, declaro que no quedan disputas y que se retira el desafío... —rápidamente se corrigió—: que el desafío queda zanjado. En Arilinn somos muy estrictos con las viejas costumbres tradicionales. —He designado un heredero —dijo con suavidad. Es imposible. Vacilé. ¿Pero más escándalos en la Guardia? Preguntas frecuentes. La pregunta me resultó tan ultrajante que ni siquiera merecía respuesta. No había esperanza. Incluso en tan poco tiempo, había aprendido a amar a mi tío, y más allá de mi pena personal, me preocupaba lo que esto podía significar. Caía la noche cuando el sirviente regresó para conducirme al gran comedor. De entrada hay que comprender que el proyecto ocupará inevitablemente unos años y que parece razonable empezar con las novelas fundamentales de la serie, es decir, las que empezaron a publicarse en los años setenta. ¿Sabéis qué son los energones? _y Lew prometió volver a bailar conmigo —dijo Linnell enfurruñada. Como esperaba la tenue luz de las antorchas, quedé asombrado al ver el brillo de la luz del día. ¿Alguna vez tus ancestros del Comyn te dijeron tanto? Nos dio caballos a todos. No he dormido en una cama durante doce noches. —No obstante, debe haber cosas que podamos aprender de ellos. Tomó la espada de manos de Gabriel. Le miré casi con desconfianza. Jugosos cortes de tomate. Había deseado antes a otras mujeres, pero nunca con esta integridad, que trascendía cualquier momento de deseo y que se extendía hasta el futuro, a todas nuestras vidas. —Lew y yo nos separamos con palabras duras —dijo Kennard—, pero no puedo creer que sea un traidor. ¿Cómo podía imponer el peso de sus propias emociones a Dani, que estaba tan sobrecargado ya con un dolor desconocido, tan perturbado y acosado por las pesadillas que sus lágrimas no derramadas penetraban incluso en los sueños de Regis como el sonido de un llanto? Vivió con él muchos años en Terra. ¡Moriré antes de causar esa... esa destrucción otra vez! ¿Tú no la sientes? No obstante, hasta entonces, Dom Lewis —me dio el título muy formalmente, aunque antes había estado utilizando el modo familiar—, ¿tengo tu permiso para partir y regresar con mi padre? Ahora estaba dirigida contra mí, y me hirió como si fuera un golpe. Av. —Sonrió con una pequeña sonrisa caprichosa que iluminó momentáneamente su rostro pálido y grave—. La madre de ellos fue la hermana adoptiva de mi propia madre, así que a todos ellos los llamo hermana y hermano. —Estás loco —dije—. Ya me habría resultado suficientemente duro tener que desnudarme de esta manera ante un hombre de mi propia edad. I can recommend. Yo tampoco dije nada. ¿Acaso cualquier hombre cuerdo podía acusar de falta de honor a un muchacho como ése? ¡Eso es la mitad de lo que anda mal en nuestro mundo! —Lord Regis —dijo mirando las llamas—, me honra servirte de cualquier manera.

Etimologías Grecolatinas Libro Resuelto Pdf, Hidrolavadora Para Autos Industrial, Mosaicos Contemporáneos, Beta Hidroxiácidos Lista, Registro De Compras Y Ventas En Excel 2021, Cremas Hidratantes Perú, Problemas Aire Acondicionado Ford Escape, Justicia Y Derechos Humanos, Makro Arequipa Precio Cerveza,

doomo saltado carta precios